Los pasos de cebra podemos definirlos como zonas preferenciales de tránsito de peatones en un flujo de vehículos y, formalmente, como líneas longitudinales paralelas en el sentido del flujo del tráfico.
El hecho de que las líneas sean paralelas al flujo de vehículos nos indica varias cosas :
- La sumisión del paso de cebra al tráfico, dado que se define en el mismo sentido que el avance del mismo
- La constatación que lo anterior enfatiza la preponderancia del vehículo sobre el peatón
Este modelo de movilidad, el reinado del vehículo sobre el peatón en las vías públicas, nos lleva a una época anterior en la que la Ciudad se adaptaba al fenómeno de la motorización de sus ciudadanos.
Hoy, las ciudades defienden el modelo contrario – el protagonismo del ciudadano de a pie (o en bici) sobre el vehículo -, para conseguir entornos más humanos y atractivos (turismo) y castigando el uso indiscriminado de los vehículos privados.
En este contexto el paso de cebra puede ser un elemento clave en el cambio de modelo. ¿Cómo?
Cambiando el sentido del paso de cebra y rediseñando sus contenidos formales, de la siguiente forma :
- Pasos cebra perpendiculares al tráfico: el conductor concibe una barrera y un espacio peatonal.
- Rediseñando y tematizando sus contenidos para esponjar estos pasos en relación a su entorno urbano
Con estos cambios en el paso cebra conseguiríamos explicitar el cambio de modelo en la ciudad, y empezar a hacer ciudades mas atractivas y habitables.
PD. Esperamos el primer encargo de un Ayuntamiento para rediseñar sus pasos de cebra.